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La inundación de 1629

Es bien sabido que la ciudad de México se encuentra ubicada en lo que anteriormente era el antiguo lago de Texcoco. Muchos se preguntan el día de hoy, y gracias a las continuas inundaciones, del porqué de esta situación que ha vivido la ciudad a causa de las lluvias; si a esto le sumamos la poca educación de la sociedad que insiste en tirar la basura en la calle lo que ocasiona que se tapen las coladeras, o bien, la falta de atención de los ductos de drenaje por parte de las autoridades da como resultado inevitablemente las terribles inundaciones.


La naturaleza reclama lo suyo y constantemente el lago vuelve a aparecer. Un ejemplo de ello fue la inundación de 1629. En ese año el virrey de la Nueva España era el marqués de Gelves, quien gracias a su codicia en el año de 1623 detuvieron las obras de mantenimiento del gran “Desagüe”, que era una salida cerca de Huehuetoca y permitía que se no se acumularan excedentes de agua, se elevaran los niveles y rebasaran las contenciones que se habían hecho para detener su flujo natural hacia los lagos más bajos. Para su mantenimiento era necesario negociar préstamos e impuestos. Esta medida fue desastrosa porque inmediatamente después vino la terrible inundación.


Del 21 al 22 de septiembre cayeron lluvias torrenciales lo que ocasiono que la ciudad se inundara hasta 2 metros por encima del nivel actual. La Catedral, en ese tiempo que se encontraba en plena construcción debió parar obra y solamente emergía un pedazo de tierra conocido como “la Isla de los Perros” porque solamente los canes se albergaban en este montículo, pero ¿Qué perdidas represento esta terrible inundación? Ocasiono al menos la muerte de 30,000 personas, todas asociadas a las enfermedades que surgieron después y gracias al ambiente lodoso e insalubre; las misas se realizaban en las azoteas de las casas, los productos de consumo básico se dispararon al triple, la destrucción de casas de adobe; en las casas que tenían segundos pisos se albergaba la gente rica y pudiente. No fue sino hasta 1634 y gracias a una sequía que se terminó la inundación.


Debemos estar conscientes que vivimos en lo que fue un lago y que si continuamos tirando basura en la calle podríamos volver a vivir una tragedia similar, basta con recordar lo que ha pasado en la ciudad estos días…


CIBERGRAFIA

http://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/la-gran-inundacion-de-1629


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